CARTA DE AGRADECIMIENTO A TODOS LOS HERMANOS EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO

A los Amados hermanos en Cristo dentro y fuera del país, a la familia de Dios, yo y mis hijos queremos a través de estas líneas expresar nuestra gratitud y amor hacia todos ustedes. Gracias a las muchas muestras de afecto en Cristo recibidas por todos ustedes, ya sea presentes o ausentes, sabemos que estuvieron con nosotros.

Nunca dejamos de sentir que nos amaban, a través de las muchísimas oraciones que subieron al trono de Dios, oraciones y lágrimas que sostuvieron nuestros brazos y nuestros corazones en momentos de angustia.

El que la iglesia de Dios estuviera cerca de nosotros, significó recibir las caricias del Padre en momentos de tanto dolor.

Sabemos y tenemos por seguro que todo lo que vivimos por la enfermedad y ahora partida de mi amado esposo Pedro Alarcón Pacheco y nuestro querido padre, fue parte de un soberano propósito del Dios que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad.

Nada escapó de su control, y en este proceso de probar nuestra fe, sabemos que su hijo y siervo Pedro, de haber sido una piedra sacada de la cantera, se fue como un diamante maravilloso, para la gloria de nuestro Dios.

Le damos toda la gloria al Señor; queremos encomendarnos a Él en esta nueva etapa y agradecer a cada hermano y hermana por su amor en Cristo Jesús, que siempre lo sentimos muy cerca.

El Señor es nuestro Pastor nada nos faltará; en lugares de delicados pastos nos hará descansar.

Esperamos anhelando el encuentro con nuestro Salvador Jesucristo.

¡Bendito es Jesús!

Rina Retamal e hijos Pedro, Raquel y Noemí