jueves, 11 de noviembre de 2010

CARTA A LA IGLESIA DESDE TEMUCO

Sus hnos. César Albino y Moisés Rebolledo a la Iglesia del Señor que está en la Comuna de Pte Alto; Gracia y Paz.

Les escribimos con mucho amor desde Temuco, para manifestar nuestra gratitud por vuestra consideración y confianza al invitarnos, para compartir la Palabra del Señor y también para agradecer a todos ustedes por la atención de cariño manifestada en servirnos y atendernos. Que el Señor les recompense en todo el trabajo de amor que hicieron en todo lo concerniente al Retiro; principalmente las hnas y hnos, que trabajaron en la cocina pagando el precio de no poder oir la Palabra del Señor, asi que, rogamos que también el Señor llene sus corazones de amor por EL, para que sigan sirviendo en esta preciosa Obra del Señor.

También queremos expresar nuestro gozo en el Señor, por ser testigos del querer de Dios al permitirles a ustedes unirse en uno, para seguir juntos como un solo cuerpo en este gran propósito del Señor. También contentos por ver a los ancianos unidos sin interés de ser primero o liderar por sobre los demás, la verdad que esto no se ve en todas partes, solo en lo que han alcanzado alguna madurez y en esto nos alegramos y damos gloria al Señor. Rogamos a los ancianos que sigan en este mismo sentir y también deseamos que el Señor les de fuerzas y un corazón para primeramente, para EL y luego para los hnos. que están a su cargo; que los afanes de la vida y los quehaceres de la Obra nunca les nuble la visión de su amado Salvador y siempre sea el amor de sus vidas, solo así tendrán un trabajo fructífero; buscando al Amado y a la vez pastoreando a las cabritas Cornt 1:8.

Queremos aconsejar si así lo quisieran ustedes, que continúen comentando la Palabra que recibieron en el Retiro, para enriquecerla y hacerla vida en una forma práctica. Que el Señor les dé la gracia para poder transmitirla a los que les cuesta un poco mas de captar y así todos quedar edificados.

Bueno amados hermanos, nos despedimos con la esperanza de vernos pronto si no es en un encuentro aquí en la tierra nos encontraremos en la presencia del Señor cuando vuelva por su amada Iglesia.

Hnos. ancianos saluden a la Iglesia de nuestra parte con un beso santo y un abrazo en Cristo. Y a los jóvenes digan que sigan amando al Señor, porque lo único que tiene provecho en esta vida es amar al Señor Jesucristo, porque todo lo demás, aquello que brilla ante los ojos del mundo no es oro, sino vanidad y todo pasará y lo único que quedará en pié en el día de la prueba que viene, será el Señor con todos sus seguidores.

Sus hnos. y consiervos

César y Moisés.

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